martes, julio 03, 2007




Entre el ir y venir de las ideas me topé de frente con el miedo, ese que te mira a los ojos esperando que escapes, te mira fijo y estira su mano para alcanzarte. Cubrí mi cara y vi salir el sol entre nosotros, creí que se acababan los miedos, pero que tonta fue, al otro día vino un miedo más grande. No se puede parar de vivir, por eso sigo llorando cuando me persiguen todos esos miedos ridiculos que se asemejan a frankeinstein, sé que son lentos pero aquí estoy, escapando una vez más.

No hay comentarios.: