sábado, abril 21, 2007

Callaré.


Dos formas de callar una que niega y desautoriza, y otra que acata y afirma.

Mi quieta inquietud


Mi humor idiota se apodera de la situación, se comienza a reír de mi y de ustedes, sus carcajadas me hacen sonreír, a estas horas ya sólo eso me levanta el ánimo, no me quejo porque con él me basta, se ríe un poco y mi cuerpo comienza a vomitar hormonas, más que bailando chachachá, la historia esta se remonta a un tiempo lejano e indefinido, de esos días que pasan siendo uno más ( no entiendo porque poner énfasis en que es uno más, si desde luego todo es uno más, no hay originales ni primeros, sólo copias remasterizadas, como sea). Aquí va.

Daniela se había recostado temprano, había comprado un libro raro, quería memorizar muchas cosas, porque quería seguir ciertos patrones, algo que la ayudara a no estar mal, pasó una semana viviendo con el libro, los días pasaban lentos, era común verla sonreír frente al espejo, ambos estaban enamorados, ella de uno de adentro y él de ella, aunque el peligro rondaba por el ambiente, ellos seguían con el ritual típico marcado definido, los embustes venían y regresaban, los primeros días fueron mejores, la mente suele recordar todo, lo importante se marca en rojo y esta semi presente, lo demás se escribe en gris y se deja estar, esta pero no es fácil recordar, a veces se cree que es información perdida, pero no, siempre esta, lo que ahora lees estará contigo siempre, aunque lo pretendas olvidar, pero ese no es el tema que yo les venía a contar. El amor ese se fundió con los recuerdos de majin bu, las tortugas ninjas y otros, las peleas surgían entre los besos, las patadas se notaban fuera de contexto, pero ahí estaban, la sangre corría por my face, o your face, eso ya no lo recuerdo, la ilusión se quejaba porque es una señorita muy bonita a la que no le gusta llorar.

Un día apareció en la puerta pidiendo hablar con alguien importante, se miraban unos a otros en ademán de pregunta, me acerqué y le dije que en este lugar la importancia, lo importante, y toda la familia de derivados no existe, algunas vez se presume que estuvieron pero siquiera yo los conocí, ella sutilmente sacó su pañuelo y llorando imploraba ya no hacerlo más, su figura develaba una pena incontrolable, la llevé a mi oficina para tomar algunas hierbas, bueno eso era en principio, pues entre sus sollozos el humo de la hierba se propagaba inundando la habitación.

Cuando salimos del estado letargo que produce la droga mental le dije sólo una cosa podía hacer por ella, sus ojos brillaron a lo que yo rápidamente contesté-no llame a la esperanza en vano- pues creía que la idea no le gustaría, le expliqué que podía hacerle cable tierra y que se quedara ahí abajo, ella dio un salto de alegría y corrió a mis brazos, yo me sentí pleno, y así fue como la ilusión dejo de llorar, ahora vive sóla allá abajo, cada dos años ve al que reparte las provisiones, dicen que están enamorados, pero siempre él tiene que volver.
Daniela con el tiempo se le fue olvidando, al parecer aprendió más de los dibujos animados que de los papeles, ella no sabe donde tiene la ilusión, pero no le importa porque yo siempre para ella tengo preparado algo mejor.

De mi no hay mucho que decir, soy el que recita los números, y los anota también, no soy de los importantes, pero soy el que más hago, y en estos días cuando ya no queda más camino lo único que en mi mente se retuerce es una vida normal, la canción, esa que dice: yo sólo quiero llevar una vida simple y gris, una vida normal, sin sobresaltos, sin desamor, una vida normal, sin ilusiones, sin emoción, una vida normal.


Mi quieta inquietud.

Desde mi a tu yo.




[Fotolog Sudor 18 de abril del 2007]




No pretendo gritarte cuando te vayas, ni llorar más de lo debido.

Me intento convencer de que te amo sólo por hoy, pero cuando ya no estás me crece una espina por dentro y me comienza a cortar, intento disimular pero no sé hasta donde puedo llegar, no quiero prometer más de lo que puedo cumplir, ni engañarte diciendo que las cosas serán perfectas, prefiero vivir con el caos golpeando la puerta.

A ratos me canso de pensar si estoy haciéndolo bien o mal, pero no debo dejar ninguna posibilidad afuera, y sinceramente no te quiero hacer mal, ni a ti, ni a nadie... con los demás no mido las consecuencias de lo que quiero hacer, contigo sí.

No sé si te quiero lo suficiente pero decidí vivir contigo esta forma de amar, y no violentaré todos los cariños compartidos.

Hoy pensé en decirte que nunca te olvidaré, porque entraste a este mundo, mi mundo, invadiéndome y calzándote, acomodándote a estas formas y sonidos, quizás ya sabías lo que venía, yo nunca lo imaginé, pero cuando entraste sentí que siempre estuviste aquí, por ello abrí todas las puertas. No sólo me diste un beso adictivo sino todo ese querer que me transmites, no podía evitar tomar todo lo que me ofrecías con esos ojos que se clavaban y esa mano que se mantenía junto a la mía sin querer despegarse, que no se aferraba, sólo se dejaba invadir por mis poros.

Eres mi amiga y amigo, eres mi pololo y mi hijo, eres tú y eres nosotros, eres el que me ata los hilos al borde de su sombra mientras me besa los pies, eres mío y tuyo, eres mi consentido y el que me consiente, eres un molde hecho para mí, ya te lo dije pero nunca esta de más: hubiese sido imposible que no me enamorara de ti.

No sé que es lo que mantiene una relación, no sé que es lo que más se necesita, no sé si pronto la rutina nos arruinará la historia, pero te aseguro que eres el libro que siempre quise escribir. Me dices que no eres guapo, ni lindo, y me nombras tus defectos, pero cuando yo te miro veo confianza tiñéndote la piel, por eso eres mi tesoro, no importan las formas ni las diferencias, camino junto a ti con el orgullo de ver lo que otros no ven, y con la felicidad de estar con quien quiero y debo estar, sin importar la belleza temporal o la edad.

Tengo la certeza de estar con un buen hombre, uno que sin tener hijos ya los ama, uno que admite sus errores, uno que se sabe todos los caminos, un hombre considerado con la mujer que quiere, uno que tiene la valentía de mostrarse vulnerable, uno que no tiene nada y lo da todo, alguien que me hace reina en su castillo.

No sé si eso de los signos es real, pero de serlo, yo soy igual a tu enemigo, y me da miedo herirte más de lo que podría sanar, ya hemos hablado de las cosas que te afectan, pero sigo creyendo que nada puede ser tan grave, que tú debes ser más fuerte, no por superar los rencores sino por estar lo suficientemente alto para no caer cuando otros problemas te jalen las ropas. No naciste para sufrir ni sentirte mal, tal vez sí para pelear, para soltar el animal e intentar devorar al oponente, si estás aquí es porque lo mereces, y tienes un frasco de felicidad que aumentará su volumen mientras sea más fuerte tu equilibrio, no digo que te humilles, ni que hagas lo que no quieres hacer, sólo que tus decisiones te hagan un ser pleno, que pase por alto todos los hoyos del camino y se preocupe de mirar lo que verdaderamente significa en su vida.

Lo de Néstor no me preocupa por él sino por mi, por nosotros.

Yo te amo y estoy dispuesta a perderte con tal de no hacerte daño....pero tú decidiste quedarte, tomaste mis hilitos y los cosiste rápidamente, yo prometí no boicotear esto que dejé crecer y así lo haré, pero mientras el tiempo avance se abran dos posibilidades, la primera es darme cuenta que no perderás tu tiempo y amarte pensando que nunca se va a acabar, y la otra es que aumenten mis temores y decida perder todo lo que me produces.

Sin embargo hoy te amo, y si pudiese viviría lo que me queda de vida entre tus brazos, porque es donde mejor me siento y donde me aman sin esperar nada a cambio, sin obligaciones que irriten la vida, donde mi sueño es vivir para amarte, para tenerte cerca tan cerca que nunca más recuerde que voy sola contra el mundo.

De espléndido a cándido.


Y en mi mundo...



Los regalos se piensan para alguien que se quiere, son adecuados, ideales, especiales y todos esos calificativos que convergen en la misma peripecia: la búsqueda del objeto preciso. Cuando uno no conoce mucho a otra persona siempre busca cosas más bien impersonales, cosas que le regalarían a cualquiera.

Pero mi historia no fue así, yo iba de vitrina en vitrina buscando algo que me agradara. Entré a una tienda famosa llamada "casa ideas" y estuve mirando todos los juguetes, esas cosas suaves y de colores llamativos que ahí venden. Entre todo la variedad encontré unos pequeños animalitos de lana, me gustaron de inmediato, decidí comprar dos, uno para mí y otro para una persona especial, alguien que sintiera que ese regalo era ideal, que lo quisiera recibir con su mejor sonrisa.

Sin embargo a quien yo pensé dárselo le pareció una tontera, se mofó de mí y de mi compra, me sentí ridícula por pensar que le gustaría. Tomé los animalitos y los guardé, así pasaron los meses hasta que un día el muchacho me preguntó por los animales, yo le dije que estaban guardados, nunca hice notar mi molestia, preferí olvidar la situación, pues el regalo era importante para mí, y en cierto grado compré dos para disfrutar del juego, para no jugar sola.

Busqué la caja donde los tenía y tomé uno, se lo mostré por la web cam, a diferencia de la primera vez no se rió de mí, me dijo que le gustaba pero que no lo quería, que yo me quedara con el suyo, pero que él era el dueño...yo no dije nada.

Pasaron los días y me visitó alguien especial, sentí la necesidad imperiosa de regalarle algo que yo quisiera, que me gustara, fuí a la caja de mis "tesoros" y encontré aquel animalito que había modelado frente a la web-cam, se lo cedí sin importar para quien era ni cuanto me gustara, pues no lo compré pensando tenerlo. El muchacho que en un principio se reía de mi regalo ahora se molestaba por haberlo perdido, me dijo que nunca más le regalara nada, olvidando que él mismo me había señalado que no lo quería, pienso que quería que lo recordara a él con el regalo que compré.

Fui feliz regalando algo que me gustaba, y más aún por dárselo a alguien que de verdad me lo agradecía, y que lo guardaría como símbolo de mí, era entregarle un recuerdo de lo que soy.

Sufrí las pataletas de quien no supo apreciarlo. Pero ya sus palabras no me alcanzaban cuando apareció alguien que merecía el otro animalito no dudé en regalárselo, y no me equivoqué.

Al final ambos quedaron en buenas manos, sus dueños son los hombres que más quiero en el universo. A veces pienso que siempre fueron para ellos. He sido retribuida con regalos por parte de ambos, pero para mí el mejor regalo son ellos.

Los amo a ambos, a uno lo amo como sólo se ama a un Ighor y al otro como sólo se ama a un Daniel.