miércoles, noviembre 28, 2007

Flojeando un bostezo


Afloran los actos flojosos, al pie se le aferran hormigas y los ojos se vuelven diminutos pues intentan mirar hacia adentro en busca de un sueño nuevo, que de seguro le contarán a la boca para que se desprenda de la timidez, haciendo que voluntariamente ande comentando lo que se piensa de si misma y la vida.

La pena del hombre sin playa


Girando la cabeza de un lado a otro se le salen de la boca los apenados deseos, se despertaron llorándole en la frente, le acuerdan que hace más de un año no van a la playa, se afilan los recuerdos, cada brisa marina se le clava en la garganta, lo deja sin voz y apenan su mirada.

A Baño María



Diminuta gota se lanza a burbujear en un mar descolorido, un sol sorpresivo le sale a la espalda, se sacude en sus cabellos ofreciendo un millón de risas limpias y frescas.

domingo, noviembre 25, 2007

4x1 Jeria Daniel




Duraznera

http://www.fotolog.com/princesa_durazno



De A n t e s

El haber borrado tantos recuerdos para vivir el presente me demostró que mientras más ilusiones más es lo que se pierde. Ahora la luz del sol no basta para devolver el brillo que mi cuerpo ha perdido. El sendero de la oscuridad es tortuoso, envenenaron mi alma haciéndome creer que entraba a otro mundo, sin embargo tropecé con lo mismo de siempre. Vivir es esta lucha diaria contra el mundo de los humanos malditos, esos sedientos de sangre y dolor ajenos. Ahora yo sangro en tus infiernos. Las heridas destrozan incluso el alma, pronto ya nada quedará, y es mejor así, esta vez no quiero emborracharme y olvidar, porque en el fondo siempre supe que me harías daño, fue sólo la excusa para estar mal y tener más ganas de morir.


Desde eso han pasado 2 años, hoy estoy bien, se supone que debería estar estudiando, pero buscando información di con una página que me hizo pensar en todo lo que dije, en todo lo que se ha olvidado. Y en mis dolores que luego fueron de otro, esa crisis de medio tiempo y tiempo entero que en días como este me saben a dulce de leche. Si en ese tiempo hubiese escuchado a Gepe, seguro hubiese terminado con un decidido: no quiero, no quiero querer a nadie.

miércoles, noviembre 21, 2007

OFUSCADA

Estoy aburrida de soportar a todas las viejas pacatas, esas que andan con las pechugas bien tapadas pero igual tienen más de dos hijos, esas mujeres de faldas largas que predican a su dios pero igual se ríen con los chistes en doble sentido, se les sale la gracia de algún recuerdo pícaro, van a misa todos los domingos por el remordimiento del sexo prenupcial.

No tengo culpa de tener pechugas, no uso relleno ni utilicé ninguno de los tantos métodos que secreteaban las niñas a mis oídos de 11 años, me salieron solas. Confieso que me agradan, que si la polera me quedara muy suelta me sentiría mal. Pero estoy aburrida de tolerar los comentarios de tanta gente sin vida, ese montón de minas que me miran feo, y todas esas estúpidas que se creen santas. Me cortaría los senos para no seguir aguantando a esta sociedad. Me ensucian, estoy contagiandome con sus comentarios, ya sea de las mujeres o de los hombres que no se aguantan pensar solamente las cosas, me las tienen que decir, amargarme el día y darme ganas de tener un objeto contundente con el cual golpear sus cabezas.

quiero irme muy lejos, nada más quiero pasar el día con Igor, es al único que le aguanto la cara, y sus ojos son los más sinceros, se me acercan en silencio y hacen que todo sobre, hasta la vida sobra cuando él está. Me dejo ahogar por el momento.

sábado, noviembre 10, 2007



Como si el cuerpo fuese leche se le bate, de la frente se sacude la miel de un beso, un dulce beso que en invierno enciende el sol, ese parpar de dos universos que logra estremecer cada cable que extiende el exterior, ese incalculable número de pelos que con el contacto y los recuerdos se crea un amor, el cerebro se encanta con los ojos de un enamorado, toda la vida se lanza entre dos reflejos, miles de pestañeos no logran borrar la imagen, esa composición de luz que carga un letrero de realidad, esa verdad que todos decimos conocer...pero tengo la idea de que la única verdad es esa loca concepción de amar, un beso enamora a la vida, y ya fue.


martes, noviembre 06, 2007

Submundo con voz de mente en pánico[+]

Recursos escandalosos viajan por el asfalto, se unen como engranajes de una maquina perfecta pero esta no es precisamente eso, algunos han de ver el lado feo, el terror de otros tiempos sigue escondiendo las caras tras una puerta bien asegurada, con el poco optimismo y la nula osadía que se alberga se sigue llamando al caos, la violencia, el miedo sobre salta a la mayoría, no salen, se escapan, son presos en sí mismos, no defiendo las posturas que se definen en la calle, no soy gobierno ni gobernado, pero creo en la libertad de expresión, me he comprometido con ella desde lo más irrazonable de mi persona, no me acobardaré ante un juez ni un estandarte, me represento a mi misma y acepto que en conjunto no se llegue a acuerdos, obligándome a tolerar un dedo en mi boca, pero esto lo hago por no derrochar mi libertad en una batalla perdida...pero no soportaré que me metan al saco de los cobardes, si fuese individual la batalla estaría incluso herida esperando morir, a menos que aquel rival me muestre su verdad y me inunde el espíritu de ganas, de cambiar de lado, dispuesta, siempre dispuesta.






Mi frase célebre


Dormir es un placer...pero llegar al mundo de lo onírico nos priva de ver lo físico, lo real, quizás nada es real pero prefiero sentir tus manos que soñar tus besos, por más reales que parezcan.

[Daniela Durazno 2005]

lunes, noviembre 05, 2007

[Hay que llegar al fin para saber]

Frente al espejo intentaba sonreírse, una sonrisa torpe le exclamaba al reflejo, los ojos no se dejaban engañar, los 7 kilos seguían soltando las costuras pero Isabel nada podía hacer, la idea de suspender el evento se convirtió de un momento a otro en su deseo, la entre ceja se apretaba, puesto que no era un plan sin inconvenientes, pronto llegarían sus hermanas, y peor aún, su madre, seguro la retarían, no podría safarse a menos que inventara una buena excusa, es que a nadie le agrada de perder el tiempo, y preparar el matrimonio no fue nada fácil, dos largos años de espera adosada a tediosas comidas familiares. Todos apoyaron, estaban dispuestos a recorrer todas las tiendas y analizar cada presupuesto con tal de darle forma a su sueño, tanto así que se transformó en el de todos.
-¡ay! ¡No!- su mano en la frente le daba aspecto de desesperación, la puerta había sonado y esa seguridad que intentó tenerse escapó a jugar entre las olas del sonido, rebotando por la ventana vio partir la esperanza y frente el espejo una ballena llorando.

-¿Qué sucede?- la madre pregunta en tono de preocupación
-Deben ser los nervios, esas cosas que les pasa a todas las novias- respondió otra.

Isabel comenzó a excusarse, en cosa de segundos dijo 25 mentiras, todos comprendieron que no quería casarse, y para sorpresa nadie se opuso ni intentó hacer cambiar su parecer, pese a los 300 invitados que aguardaban sentados en la iglesia. La abrazaron y se comenzaron a retirar, todo estaba bien hasta que la madre, con la mano en la perilla de la puerta, dijo: tendrás que ir a despedir a los invitados, sácate ese vestido. Le diré a Gerardo que venga, el pobre quedará destrozado, hazte cargo tú de la cancelación...me iré con tus hermanas, la casa tiene cajas en todas partes, intentaré devolver los regalos grandes. Adiós. Se cierra la puerta.

Sin decir nada comenzó a sacarse el vestido, resultó un tanto complicado pero al rato estaba con sus jeans y una polera, y claro, sus zapatillas. En el pasillo estaba Gerardo con los ojos húmedos, ella se sentó a su lado e intentó abrazarlo, él no se dejó. Sus palabras estaban furiosas, Isabel estaba asustada, algo andaba mal pero no lo comprendía. Estaba como sorda, su obsesión por la imagen ballenezca del espejo era su único pensamiento hasta que Gerardo se paró y mirándole los ojos le dijo: No te quiero ver nunca más. Un Pero yo te amo se le salió rápidamente de los labios- ¿entonces por qué no te casas conmigo?- preguntó el muchacho, sin dudarlo le contó lo del vestido. -¡Pero Isabel has bajado 15 kilos! ¿No recuerdas las nueve veces que han ajustado el vestido?!

- asustada intentaba controlar los temblores de su cuerpo, al notarlo Gerardo bajó el sonido, se acercó a su oído derecho y le susurró un montón de "te quieros", le besó la frente. Le habló de la anorexia, de la buena salud, y muchas otras frases, todas conectadas con un "te amo" o un " no estás sola". Habían pasado 90 minutos. Ella se levantó y dijo: entonces no parezco ballena?- claro que no- le contestó, Isabel miró con optimismo y le dijo que entonces debían casarse, que nada lo impedía, ella se pondría el vestido y el cuento terminaría feliz, él tuvo dudas, seguro los invitados se fueron, todo se acabó sin comenzar. La muchacha le dijo que para el compromiso eran necesarias tres personas, y había dos. Se pusieron de acuerdo, ella fue a colocarse el vestido, él a buscar al cura. Quince minutos después iba entrando la novia, el novio la esperaba en el altar, como todos los novios obviamente. Los padrinos fueron la florista y el coro de la iglesia.

Después de un beso salieron de la mano, ella cambió sus zapatos de tacón por unas zapatillas con caña, se fueron por una calle ancha, un embotellamiento de 100 autos decoraba la avenida, al verlos aumentaron los bocinazos pero ellos no le prestaban importancia, se reían de un chiste fome.

Tanto andar los cansó, el vestido se dejó caer en el pasto, el blanco se hizo verde, le pusieron margaritas para que se viera más bonito, las horas pasaron y el atardecer les aplastaba las frentes, apareció un carro de completos- el último que llega devuelve los regalos- gritó la novia mientras se echaba a correr por el pasto.

Se comió tres completos y aún así se seguía viendo bella, al menos eso decían los ojos de Gerardo.

[La historia de la anoréxica que quería comer]

jueves, noviembre 01, 2007

[Nubes Criminales]


Efecto del hipo la pequeña da grandes saltos, alcanza el techo con su cabeza, los ojos brillantes gritan- ¡no! ¡no! ¡nooo!- miran la ventana y la pequeña con un brinco perfecto queda del otro lado, así el acto se transforma en un juego de niños, simple y pretencioso a la vez. Salta una, salta dos, salta tres y toca una nube, con el golpe se nubla la visión, un olor desagradable le empapa la nariz, tose un arsenal de burbujas, la impulsan en el aire, la ropa se le cubre de atardeceres.

Impulsada por las burbujas recorre el cielo, flota cargando los colores, la sonrisa le sale en racimos, una carcajada con forma de caballo galopa entre otras nubes. Durante largos minutos canta una canción de ritmo lento, la alegría le hace toc toc en el corazón, pero la noche viaja alrededor y el cansancio se posa en su cabeza, se acaba la sustancia de las algodonadas formas, las burbujas ya no logran moverla, esta quieta, parece ser el fin de los buenos tiempos, la calma de vivir un buen día se siente en todo el cuerpo, un alma tranquila con olor a muerte se le cobija cerca del corazón.

Bajo un sueño de abrazos maternos pierde el tiempo, los ojitos cerrados van relatándole la aventura, cada detalle se magnifica con satisfacción. Su cuerpo comienza a descender, con los ojos dormidos ve el pasto cubriéndola, como si se tratara de un manto, la sangre deja de oírle los respiros, se ha intoxicado con dulces sueños que tienen el don de brillar para siempre.

[Niños Delantales]


Una laguna de escalofríos se me hunde en el borde de la sien, es que ya siento que muero, asumo la nula versatilidad de una luciérnaga, comienzo a frenar el paso del tiempo con los pies, la gente goza como papagallos balbuceando ruidos finos, un tanto chuecos flotan los aromas, evidentemente me voy descomponiendo, de azul y verde se me colorean los poros, se van apretando en grupos pequeños, los espacios se convierten en surcos, tanto brillo me ciega, la vertiente se escapa, va viajando sobre cabezas en blanco, les habla de calentamiento global, les dibuja con el dedo imágenes contaminantes, una que otra absurda acción, y como las cabezas están insanas, el futuro se deshace en lágrimas de un desarrollo hecho mierda. Con una mujer que carga agua en sus manos choco bruscamente, me lleno de detalles, conviene hacerse la víctima, bailan dos dedos en un cuello ciego, se va calentando la vista, pronto me lleno de ideas vertientiles, me titilan los ojos, me suelto de la mano suave, al fin comprendo el error de la vertiente, anda pregonando un sueño estrecho que el viento deforma, el calentamiento global se traduce en un sobre calentamiento que sube desde los pies, se aprovecha de las piernas, termina en los labios, la loca idea no discrimina, se disuelve en caricias olvidando si es hombre, mujer, o luciérnaga.


Diariamente se trazan flechas, pensamientos optimistas se llenan de flores, adornan los males que recaen sobre los datos científicos, pero sigo escéptica ante las amenazantes ganas de una vida sencillamente complicada, contaminada hasta los pulmones.


Alguien se arroja desde el treintavo piso, se ve una sorda cuerda de sonido, un mar de ojos se encrespan las pestañas con un cigarro encendido, los niños se destemplan con la música, les gustan los estrambóticos sonidos de un objeto raspando otro, afilando las armas, destruyéndose sin miedo, se le elevan los pelos, se les cosen las bocas, cargan pájaros con las alas amarradas, se les hace caminar sobre piedras afiladas, cada niño es un delantal, una talla, una marca, un color.

Los demonios de un día próximo se vomitan la conciencia, se confían del tiempo, le gimotean dolores en la espalda, con sangre de venas negras disfrazan a la verdad, la máscara de sometimiento le calza, entre los dedos se deja entrever no más de una vez al mes.

La acción se nos respalda de noches petulantes, ecos escurren entre pieles agrietadas, intentan encontrar comunicación, se marean entre visiones impersonales que estallan en cabezas dormidas, simulan voces pasadas, algo de eso que todos los días se extraña. Con sinceridad besan los cuerpos verdosos, se cruzan extraterrestres recolectando vibras de cancioneros oxidados, los ojos ya cansados se miran sin esperar, una chispa de aire les quema el último cerebro-algo anda mal ¿es que acaso no ves lo que se ve?- la gente se molesta. Sirenas golpean un cuento mareado.