miércoles, junio 18, 2008

Siendo Albertía



Hoy llueve sobre la fría pre-cordillera que me aloja. Decidí que necesitaba a un predicador, alguien que me diera esperanzas, que me inventara cuentos con dinero y emociones, pero los escorpiones necesitamos más que eso, no lo dije yo, me lo dijo la Viola, esa que se mató hace una vida. Justo ahora estoy llena de púas, eso pasa por meterse entre madeja ajena, por llenarse la sesera con cuestioncitas torpes. Al final el tarot es certero y yo ya no tenía ganas de saberlo, me dice que deje de soñar y es precisamente lo que no quiero hacer, no me voy a enfocar ahora que tengo el tiempo para ser feliz en mi cabeza, flotar en el crudo cable de mi pc. Arranco a sonidos nuevos, a gente con muchos instrumentos, a chilenos con hilos atravezados en el pecho, dispuesto a anudarse con cualquier otro, y ahí estoy yo con mi espalda bien cubierta de nuditos que se disponen a amarrarse un poco más, y los que están sueltos siguen buscando un resto de la división uno a uno. Y claramente lo encuentro, por eso estoy aquí escribiendo, la música es ese cero perfecto, ese nudo redondo que sale de mi para entrar en ti.

Esto me albirtió, ya fui albertía.

[playlist: Ayudame Valentina, Gepe. La risa no es un vidrio roto (disco completo), Caramelitus.]

2 comentarios:

idiota dijo...

Soñar es nuestro momento más productivo, dejar de hacerlo sería terrible.

Tat tuam asi.

idiota dijo...

Ya se le acabaron las letras?