miércoles, julio 11, 2007

Cuando se caen los dientes.



¿ Tema tabú? Creo que sí.


Se nace desdentado, a corto plazo surge el sufrimiento que implica la aparición de esos trozos de calcio que significaran un gran cambio, tanto como salir del vientre materno, es nuestra posibilidad de acceder al medio como un ente dispuesto a desgarrar la carne de otro (reconozco la exageración) es la forma salvaje en que nos predisponemos a alejarnos de la mano tibia de la madre y echarnos descubrir el mundo por la boca. En ese momento somos tan irreales,(suponiendo que la realidad es lo que uno comprende como universo, tangible, descriptible, etc, etc. ) que no retenemos en la memoria el momento en que aparecen los dientes y posiblemente un periodo más menos largo de la vida. De modo que nacemos con dientes, sabemos vivir con ellos, no nos trituramos la lengua ni nada similar, luego se caen de uno en uno pero viene otro que lo repone, se abraza a la hilera y volvemos a olvidar la sensación de pérdida, además nos dan una moneda o un dulce por el diente, quizás duele sacarlo pero el azucar penetrando en el cerebro y acelerando los impulsos, nos hace olvidar todo el episodio.


Después de eso es posible que más de alguien pierda sus dientes, ya sea por pelea, caída, choque, o imprevisto deportivo. Todas las situaciones se acercan a la tragedia y el dolor, de modo que el impacto o sensación de perdida nuevamente se olvida. Seguro todos estos casos acuden al hospital y les ponen una funda para lo que quede de dientes o una protesis, pocos son los que quedan desdentados.


El resto tendrá su dentadura posiblemente por un largo tiempo, hasta que un día los asados, el cigarro y las bacterias te pasarán la cuenta, serán el hada de los dientes que viene a cobrar nuevamente, pero esta vez no trae dulces ni monedas, sólo te deja un espacio vacio. ¿quieres llorar? ¿quieres ocultarte? ¿quieres que sea un sueño? ¿quisieras ser mudo desde ese momento? No sé que es lo que piensa alguien que pierde un diente, pero seguro tiene claro que ese compañero pocas veces valorado nunca podrá volver. La solución es sustituirlo, construirse uno, los hay de oro, platino, porcelana y otros materiales, pero a esa edad ya se comprende que el dinero no cae de los árboles ni nada similar, el hada no sólo se llevó un diente y no dió nada a cambio, sino que además se atrevió a cobrarnos por haber hecho por el uso. Nos deja una cuenta con varios ceros y una responsabilidad extraña entre lo que se quiere y lo que se necesita, nunca pagamos por los dientes, nacimos con ellos, por qué ahora debo gastar en eso?!! Y comienzan a pasar los días y el espacio continua vació, no nos damos cuenta como pasan los años, ya no tenemos impacto, nos acostumbramos, nos quedamos estáticos, usamos la técnica del mudo.


Hasta que llega el día en que se debe enfrentar el gasto y el complejo, alguien escarbará y penetrará tus encias como si fuese una mina a tajo abierto.



...y se complica aún más cuando se relaciona con un viaje o un amor que ve como se te vuela la juventud, viendo pasar la muerte por tu ventana.

2 comentarios:

aceituna verde dijo...

niñaaa, q horror, mis dientes, mi tesoro mas preciado, mi compañero q no falla (junto con cigarros d todo tipo) es mi "cepillo dental", toda una alegoría a la dentadura...
besos alados

Ta-vi dijo...

excelente comentario... de veras en realidad nunca apreciamos el regalo que son los dientes... y nunca nos enseñan a apreciarlos.